Texto base: San Juan 15: 12 al 15 


INTRODUCCIÓN

Nuestro sentido de pertenencia es muy grande. Nos hace bien sentirnos parte de un grupo; pertenecer a un grupo especial.

En general las personas no sólo pertenecen a un grupo en particular, sino que también se identifican exteriormente con dicho grupo. Ellos (y nosotros) “mostramos” que somos de tal o cual grupo…

Piensen en las “hinchadas” de los equipos de fútbol; en los seguidores de tal o cual grupo musical; en quienes se identifican con un partido político… Nos resulta fácil ubicar gorros, remeras, banderas e, incluso, estilos de vestimenta y/o corte de cabello de cada uno de ellos! Estas personas eligieron pertenecer a ese grupo en particular.

Nosotros, como Conquistadores, también formamos un grupo especial. Nos sentimos felices por pertenecer al Club de Conquistadores; con hidalguía usamos los distintivos del Club; contamos a otros acerca del Club; no queremos faltar nunca a una reunión del Club. Pertenecemos a un Club y nos identificamos plenamente con él. Nosotros hemos decidido pertenecer al Club de Conquistadores.

Jesús, en la Biblia, nos desafía a formar parte de otro grupo. Él quiere que cada uno de nosotros sea parte de un grupo muy especial. ¡El grupo de sus amigos!!

JESÚS NOS OFRECE PERTENECER A ESTE GRUPO ESPECIAL

Leamos juntos el texto del evangelio según San Juan el capítulo 15, los versículos 12 al 15. Tomemos cuidado en notar con cuánto amor Jesús nos ofrece pertenecer al grupo especial de sus amigos:

“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré sier- vos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer”. Jn. 15: 12-15

¡Cuán bueno es Jesús!! Nosotros podemos ser grandes o chicos, varones o mujeres, Conquistadores o no; incluso podemos conocerlo hace tiempo o recién estar aprendiendo de Él; pero a todos nos ofrece su amistad, a todos nos ofrece ser sus amigos.

Él ya hizo todo lo que podía para brindarnos su amistad. El versículo 12 dice “…yo os he amado” y en el versículo 13 nos dice cuánto nos ama: “… que uno ponga su vida por sus amigos”.

En el Talmud hay un relato acerca de un judío que tenía tres amigos. En cierta ocasión se lo citó a un juicio para defenderse contra una acusación que pesaba sobre él. Entonces el hombre se dirigió a sus amigos, para pedirles que lo acompañaran ante el tribunal. Uno de los amigos dijo: “Ni tú ni yo recibiremos algún beneficio si te acompaño, no voy a ir”. El segundo de sus amigos confesó que podía ser peligroso si lo acompañaba porque tenía algunas dudas sobre el magistrado que dirigiría el juicio; pero de todos modos, dijo, lo acompañaría hasta la puerta. El tercer amigo le dijo: “¡Tranquilo!. Iré contigo a la corte. Testificaré en tu favor, diré que confío en ti, que te conozco, y estaré contigo hasta que seas absuelto”. Así son los amigos… Hay quienes sólo dicen serlo, mientras que otros lo son de verdad, están junto a nosotros en cualquier situación.

Jesús nos creo y además, murió por nosotros. Está junto a nosotros en cualquier situación que tengamos que enfrentar, sus brazos están abiertos para recibirnos como sus amigos.

NUESTRA RESPUESTA AL OFRECIMIENTO DE JESÚS

En nuestra vida diaria, cada uno de nosotros elegimos a nuestros amigos. Nadie nos impone ser amigo de otra persona. Con Jesús pasa igual. Nadie será amigo de Jesús sino quiere serlo. Es triste, pero es cierto… Puede haber gente que prefiera no ser amiga de Jesús. Lo cierto es que cada persona, en algún momento, deberá tomar la decisión de ser o no amiga de Jesús.

Por eso es tan importante el mensaje de nuestro lema para este año:

“SOY DE JESÚS, Ya hice mi elección”

Cada vez que leemos y decimos el lema de este año, estamos confirmando que nosotros, los Conquistadores del Club El-Shabba7h ya hicimos una elección: ¡Somos de Jesús!!

Queremos vivir como amigos de Jesús!, queremos hablar como amigos de Jesús!, queremos decirle a otros que somos amigos de Jesús!

Pero también quiero decirles que no es fácil… No es fácil, por ejemplo…

·         cuando tenemos que decidir qué cosa mirar en la televisión o en Internet;

·         cuando nos juntamos con nuestros amigos y salen algunos temas de conversación;

·         cuando no dedicamos tiempo para leer la Biblia y orar;

·         cuando en el colegio se burlan de nuestra fe;

·         cuando tenemos que elegir qué música escuchar;

·         cuando elegimos a dónde ir un sábado de noche;

·         cuando ridiculizan nuestros principios…

Imagino que el apóstol Pablo pensaba en algo similar a esto cuando les escribió a los Romanos lo que registra el capítulo 8 de su carta, el versículo 35:

“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?”

Por lo visto desde la época de Pablo hasta hoy, todos quienes deciden ser parte del grupo de amigos de Jesús, deben enfrentar de una u otra manera situaciones complicadas. Pero esta realidad no debe asustarnos, tampoco desanimarnos; como dice el versículo 37 del capítulo 8:

“Antes, en TODAS estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”. Una hormiga negra, de tamaño mediano, llevaba como carga un trozo de madera que era por lo menos seis veces más largo que su propio cuerpo. Después de avanzar casi un metro con semejante carga, llegó a una especie de grieta, estrecha pero profunda, formada entre dos grandes piedras. Probó cruzar de una manera y de otra, pero todo su esfuerzo fue en vano. Hasta que por fin la hormiga hizo algo insólito. Con toda habilidad apoyó los extremos de la madera en un borde y otro de la grieta, y así construyó su propio puente, sobre el cual pudo atravesar el abismo. Al llegar al otro lado, tomó nuevamente su carga y continuó su esforzado viaje sin problemas. La hormiga supo convertir su carga en una solución! Cuántas veces nos quejamos de los problemas y las dificultades y no nos damos cuenta que, con la ayuda de Dios, se pueden convertir en puentes que nos ayudan a vencer!!

Sí!, en Jesús tenemos el poder para vencer. En su victoria está la seguridad de nuestra victoria. Él se identifica con nosotros, nos llama “amigos”; no podemos dejar pasar la oportunidad para demostrar qué elección hemos hecho.

CONCLUSION

Como siempre, tenemos dos opciones delante de nosotros, dos caminos que se abren y que se van separando cada vez más.

Josué definió muy bien la situación cuando le dijo al pueblo de Israel: “… escogeos hoy a quién sirváis”. (Josué 24:15)

Cada uno de nosotros puede pertenecer, puede formar parte del grupo que más le guste, que más llame su atención, qué más lo entusiasme… Pero lo verdaderamente importante es que no podemos pasar por alto la invitación de Jesús.

La mamá siempre animaba a su hija a entregarse a Jesús. Pero la chica solía contestar que “más adelante” lo haría. Un día la chica tuvo un problemita de salud y necesitó ser hospitalizada. Fue entonces que la mamá ideó un plan. “Querida, estas flores son para ti, pero por ahora las voy a guardar, yo te las daré otro día”. “No entiendo –dijo la chica- si me las entregas otro día, ya estarán marchitas” La madre, entonces, le explicó: “Eso mismo es lo que estás haciendo con tu vida. Se la quieres entregar a Cristo, pero más adelante, no ahora. ¿Estás esperando que tu vida comience a marchitarse?”

Jesús quiere verte feliz, ¡quiere verte en su grupo especial de amigos!! Nos invita a tomar una decisión por él.

Jesús está atento a la decisión de cada Conquistador, a la decisión de cada papá y mamá de los Conquistadores, a la decisión de cada uno de los presentes…

Yo mismo puedo decir: “SOY DE JESÚS, Ya hice mi elección” por eso quiero invitarte a que esta mañana tú tomes tu decisión de “ser de Jesús”.

Pr. Adrián Bentancor
Ministerio Joven
Unión Austral